lunes, 28 de febrero de 2011

La planificación institucional como proyecto compartido















Con el fin de comenzar a pensar a la planificación institucional como proyecto compartido deseamos socializar en este espacio un conjunto de “lineamientos” referidos a dicha temática.


Estos lineamientos fueron extraídos de dos documentos: Uno, emanado por el Ministerio de Educación de la Nación (2009) titulado: “El trabajo del director y el proyecto de la escuela” y el otro, elaborado por la DGCYE (2009) referido a La Planificación desde un currículo prescriptivo.
Consideramos que ambos documentos son extremadamente valiosos y nos ayudarán a echar luz acerca de la planificación compartida de la enseñanza en el contexto institucional en el que desempeñamos nuestro rol.

• Sobre la base del primer documento los invitamos a mirar el lugar de la escuela y de la enseñanza; la finalidad de la educación y la misión de los equipos de conducción en la actualidad y a definir ¿de qué hablamos cuando hablamos de proyecto escolar?

• Sobre la base del segundo documento les presentamos una serie de interrogantes referidos a la planificación institucional:
¿El proyecto escolar será construido, revisado, discutido, compartido, acordado? ¿Entre quienes?
¿Se podrían “agrupar” en posibles categorías y situaciones las prácticas de Planificación Institucional? De ser así ¿Estas categorías serían excluyentes?
El lugar de la escuela
Creemos oportuno iniciar estas líneas citando al Prof. Alberto Sileoni (MCYE, 2009) quien nos recuerda que:

• La escuela es: “el lugar que da la bienvenida a los niños, que los recibe para pasarles el mundo” (...)y que...

• … “Enseñar, en ese sentido, remite al trabajo de la recepción, del encuentro entre generaciones, al pasaje y a la transmisión de la herencia con la posibilidad de transformar, crear, alterar ese patrimonio. (...)”

• La finalidad de la educación, entonces, es garantizar el acceso y la apropiación efectiva de los saberes culturales. (...) y…

• …Los equipos de conducción de las escuelas tienen una misión relevante: “Impulsar y direccionar los esfuerzos de su institución para lograr que cumpla con sus propósitos educativos. Los equipos directivos tienen la responsabilidad de lograr que las cosas sucedan (...)”

¿De qué hablamos cuando hablamos de proyecto escolar?
Siendo coherente con lo planteado y con el objeto de pensar el proyecto escolar colectivamente y para que las cosas una vez pensadas y acordadas en el contexto escolar, sucedan, el MCYE (2009) nos invita en el documento: “El trabajo del director y el proyecto de la escuela” a revisar el proyecto institucional.

A continuación tomaremos de ese documento algunas de sus tantas propuestas:
El mismo invita a los directivos y docentes a “volver a pensar” el Proyecto institucional en contexto e ir “más allá de... aquel documento escrito”… con el objetivo de plasmar aquello que la escuela se plantea como aspiraciones o metas. Y desde allí, definir las acciones que formarán parte de la propuesta escolar de cada ciclo lectivo, generando una direccionalidad a partir del sentido construido colectivamente.
Nos invita a revisar el proyecto escolar a “re-visarlo” como un “texto que porta idearios y sentidos” políticos-pedagógicos, que no paran de producirse en los intercambios, las acciones y los gestos cotidianos que surgen en el interjuego de voces que día a día se dan cita en la escuela.



El proyecto escolar es…
Desde este posicionamiento entendemos que el proyecto escolar es:
• Pensamiento, práctica y voluntad colectiva que toma forma en cada acción concreta de la escuela y que expresa en cada uno de sus gestos la propuesta político-pedagógica que la misma ha construido.
• Aquello que se proclama algunas veces en voz alta, otras en silencio y que, desde sus anhelos más profundos, modula la cotidianeidad de la escuela, su modo de encarar la enseñanza, la tonalidad de los vínculos generacionales, el encuentro con las familias, la manera de concebir a las personas en sus puestos de trabajo, los criterios de distribución y uso de los recursos, la relación con el afuera, etc.

El proyecto escolar se convierte en…
Desde este modo, el proyecto escolar se convierte en: el trazado de aquello que cada escuela se plantea como construcción de su propia identidad. O por qué no, en la oportunidad que cada escuela tiene de desplegar una identidad que, aun admitiendo la necesidad de generar ciertos acuerdos, valora la controversia como parte de la vida en común.

No es posible pensar la identidad-proyecto de cada escuela por fuera de los apoyos institucionales que sostienen la tarea escolar (el Estado, la familia, las organizaciones comunitarias, el trabajo docente, etc.) y cabe en este punto recordar que la escuela no es sólo de quienes a diario la piensan y la hacen, sino que es una institución de la sociedad en su conjunto, con tradiciones públicas que la ubican como el espacio que hace realidad parte de la promesa de un mundo más igualitario, la formación de una ciudadanía, la integración social en el marco de un Estado democrático, el desarrollo de una conciencia nacional.
Sustentándonos en los lineamientos dados por el Ministerio de Nación y con el objeto de avanzar en el abordaje de la temática nos parece relevante compartir (en este último apartado) algunos de los lineamientos dados sobre Planificación Institucional por la DGCYE. Dirección de Planeamiento (2009). Este documento parte de un trabajo de de exploración en el campo concreto de la práctica de supervisores, directivos y docentes de los distintos niveles de la educación obligatoria a la luz de la implementación de los diseños curriculares comunes y prescriptivos y contempla el cambio de abordaje que se espera que las instituciones realicen en el momento de la planificación institucional de manera compartida.

Proyecto Institucional
¿revisado? ¿discutido? ¿compartido? ¿acordado? ¿Construido entre quienes?
La Ley Nacional de Educación explicita claramente la necesidad de construcción del Proyecto Institucional y es un tema de suma importancia en la agenda educativa.
Con el fin de garantizar la unidad del sistema educativo la política educativa de la Pcia. de Buenos Aires se orienta a darle la característica de PRESCRIPTIVO a los diseños curriculares: pero no refiere a que el docente sea un EJECUTOR que aplique las prescripciones dadas sin mediación alguna. Los diseños curriculares orientan la tarea de los docentes, establecen intenciones… será en cada institución en donde se TOMEN y ACUERDEN las decisiones que defina sentidos específicos en clave del contexto institucional, comunitario y para cada grupo de alumnos
Los equipos docentes se constituyen en AUTORES de alternativas de enseñanza y gestión para el contexto en donde llevan a cabo su tarea.
Mal interpretar a la prescripción como modelo rígido a aplicar obtura la posibilidad de cualquier oportunidad de proyectar para impactar en terreno.
Entendiendo que toda ENSEÑANZA debe encararse como proyecto compartido en un marco institucional partimos de la necesariedad de acordar la misma de manera conjunta en cada una de las escuelas de las que somos parte contemplando el contexto y la historia institucional.
Consideramos que toda planificación institucional es didáctica y que requiere de acuerdos institucionales. Revisar, discutir y acordar de manera conjunta entre los diversos actores, la manera en que se piensa la enseñanza en la escuela: Aquí y ahora.

Este documento parte de un trabajo de de exploración en el campo concreto de la práctica de supervisores, directivos y docentes de los distintos niveles de la educación obligatoria a la luz de la implementación de los diseños curriculares comunes y prescriptivos y contempla el cambio de abordaje que se espera que las instituciones realicen en el momento de la planificación institucional de manera compartida.

Consideramos que toda planificación institucional es didáctica y que requiere de acuerdos institucionales. Revisar, discutir y acordar de manera conjunta entre los diversos actores, la manera en que se piensa la enseñanza en la escuela: Aquí y ahora.
Esa planificación, al ser una “producción colectiva” requiere de un soporte escrito, exteriorizable, discutible, que permita documentar los acuerdos establecidos, los responsables, la historia pedagógica de la institución y los aprendizajes: su memoria y su identidad.
Al establecer acuerdos se podrá registrar “hablando un código común” documentos que sostengan la continuidad en las acciones abriendo posibilidades para revisar, reiterar o rectificar el camino de la enseñanza y que respalden las decisiones concretas y particulares que toma cada profesional docente.
Al proyectar no elegimos el contexto ni la realidad en la que vamos a intervenir pero sí elegimos la posición que tomamos frente a la misma, proyectando y haciendo posible que otras cosas puedan suceder: “la posición ética no renuncia jamás a buscar en cada situación una posibilidad hasta entonces inadvertida, aunque sea ínfima. Lo ético radica entonces en movilizar todos los recursos intelectuales, sensibles y técnicos para activarla”.
Instalar el sentido del planeamiento en la agenda educativa es volver a tener la convicción de que “otro mundo puede advenir, y no por inspiración.

Equipo de conducción y prácticas de Planificación Institucional: Categorías y Situaciones
¿Se podrían “agrupar” en posibles categorías y situaciones las prácticas de Planificación Institucional? De ser así ¿Estas categorías serían excluyentes?

La Dirección General de Cultura y Educación (2009) sistematiza las prácticas de planificación institucional y las agrupa en torno de las siguientes categorías:

Proyecto Institucional:
a) como encuadre de trabajo;
b) como respuesta a un problema;
c) como respuesta a una propuesta externa.

a) Como encuadre de trabajo: En esta categoría ubicamos prácticas de planificación institucional tendientes a reconstruir la historia de la institución, presentar una forma de organización de la misma (distribución de actividades, roles y funciones, organigrama, etc.) y una caracterización de la propuesta y oferta educativa de la institución. Responden a preguntas claves como quiénes somos, cómo nos organizamos y qué nos proponemos. Si bien las respuestas a estas preguntas pueden variar en el tiempo y tener modificaciones, en general presentan un núcleo duro que tiene mayor permanencia y estabilidad. La formulación de un proyecto institucional de estas características representa un encuadre del trabajo de todos los actores que forman parte de la institución ya sea en el presente como en futuras incorporaciones.

b) como respuesta a un problema: Desde otra perspectiva, encontramos prácticas que se focalizan en problemas entendidos como institucionales y en las estrategias posibles para darles respuesta. Las mismas apuntan a la construcción de un saber institucional que permita definir esos problemas, jerarquizarlos, seleccionarlos y proponer una estrategia de mejora. Para lograr un conocimiento institucional que permita entender “lo que nos pasa” se hace indispensable la construcción intersubjetiva de los distintos actores en torno al problema. En este sentido, la propia institución se vuelve objeto de conocimiento y el trabajo focalizado en un problema permite aumentar el conocimiento de la institución. La formulación, implementación y evaluación del proyecto es una estrategia que apunta al mejoramiento del quehacer institucional.

c) Como respuesta a una propuesta externa. Los sujetos viven experiencias significativas en el sistema escolar y en el campo educativo en general. La escuela, mediante estrategias diversas, articula acciones con otras escuelas e instancias del sistema y participa en propuestas de distintos orígenes que impactan positivamente en los logros institucionales.
Nos referimos, por ejemplo, a la inclusión en programas nacionales y provinciales, iniciativas externas, concursos o proyectos especiales, proyectos regionales y/o distritales, entre otras posibilidades. Estas acciones no se realizan de manera acrítica y genérica, sino que son resignificadas en cada institución. La formulación de un proyecto institucional desde esta perspectiva supone la participación de los equipos docentes en el análisis y contextualización de esas propuestas.

Estas tres categorías no son excluyentes.

Desde esta perspectiva, La DGCYE expresa que el planeamiento institucional puede encontrarse en cada escuela en distintas situaciones:

• Situación 1: Habrá escuelas que tienen explicitado su encuadre de trabajo y que necesitarán avanzar en instancias de reflexión colectiva para revisar las prácticas pedagógicas y de gestión, identificar problemas y construir propuestas de mejora. Por otra parte, el surgimiento de nuevas necesidades e ideas despliega otros proyectos que se integran al proyecto institucional.

• Situación 2: Otras escuelas pueden haber formulado su proyecto en función de la integración a una propuesta distrital, la inclusión en un programa o la participación en alguna convocatoria específica. Será necesario analizar entonces el impacto que genera en la escuela, las particularidades que toma, los ajustes necesarios, la reformulación de la organización institucional, la vinculación con otros problemas institucionales.

• Situación 3: Muchas instituciones tienen una larga tradición en la formulación del proyecto institucional como encuadre de trabajo y explicitación de la propuesta educativa de la escuela. Este proyecto suele revisarse y ajustarse. En esta revisión, resulta importante plantear nuevos interrogantes sobre las problemáticas de la escuela y las posibilidades de mejora.

¿Qué implicancias tendría definir un proyecto educativo con la participación de todos?

Recapitulando: Definir un proyecto educativo con la participación de todos implica….
La Ley de Educación de la Pcia. de Buenos Aires establece que “es preciso que los docentes de cada institución, como comunidad de trabajo, definan un proyecto educativo con la participación de todos sus integrantes con el propósito de revisar las prácticas pedagógicas y de gestión y acompañar el progreso de los resultados académicos” (Art. 65). Completando esta enunciación, en el Marco General de Política Curricular se destaca que el foco del mismo debe estar puesto en el análisis que la institución hace de sus problemáticas y de su contexto.

Concebir el proyecto institucional desde esta posición implica entre otras cuestiones:
• tomar la escuela como objeto de conocimiento;
• concebir al problema no como un obstáculo sino como un campo de intervención;

• construir un saber sobre la escuela (Frigerio y Poggi. 1996);

• plasmar ese saber como producto de una construcción colectiva: si propiciamos saberes desarticulados, parcelados y compartimentados no podemos comprender realidades cada vez más transversales y multidimensionales (Morin. 2001);

• considerar la elaboración del proyecto como posibilidad de crear futuros. Esto supone intervenir para generar otras condiciones diferentes de las actuales: “no existe un futuro único y predeterminado, sino un abanico de posibilidades (…) la concreción de un camino u otro depende entonces de las decisiones y las acciones humanas que clausuran, potencian o desarrollan esas posibilidades” (DGCyE; 2007: 14);
• entender la definición del problema, la formulación del proyecto, su implementación, monitoreo y evaluación como un proceso de aprendizaje colectivo.
• el planeamiento en las instituciones educativas siempre debe ser pensado desde una mirada didáctica: toda tarea de planificación debe tener como preocupación central la enseñanza; desde esta perspectiva todo plan que se realice, ya sea desde la dimensión propiamente didáctica del aula, ciclo o departamento, como a nivel institucional, tiene que servir para facilitarla, promoverla, viabilizarla;

• todo planeamiento que se realice en la escuela, aun centrado en la unidad aula, no puede perder de vista la dimensión institucional. Las decisiones de enseñanza no son decisiones que puedan tomarse desde lo individual. Considerar la trayectoria de los alumnos a través de distintos ciclos, años y áreas en una misma institución nos lleva a interrogarnos acerca de la manera en que las propuestas curriculares logran articularse en un todo coherente. La responsabilidad de la enseñanza no puede reducirse a esfuerzos individuales sino del conjunto.

Referencias:
DGCYE (2009) Dirección de Planeamiento. La planificación desde un currículum prescriptivo
MCYE (2009) El trabajo del director y el proyecto de la escuela pág. (60-63)

3 comentarios:

  1. Muy claro y nos muestra claramente hacia donde nos dirigimos

    ResponderEliminar
  2. Claro, fehaciente y conciso material que resume el planteo de dos documentos imprescindibles para la gestion institucional. Sandra S

    ResponderEliminar
  3. todo sanata. con razon la educacion cada vez esta peor, porque todos se la pasan diciendo huevadas.

    ResponderEliminar