jueves, 17 de junio de 2010

Camino de la Patria

Por Andrea Martinoli


Hay veces que me pongo a mirar dulcemente a la Patria.
Ella, la Patria, me comprende y me sonríe…
Luis Meloni






¿Seguimos descubriendo caminos lectores?
Claro, esos senderos cómodos, a veces con veredas, a veces con bancos, a veces con árboles frescos que te invitan a sentarte un rato y leer. Caminos lectores. Recorridos.
Este es un mes especial de un año especial. Estamos
homenajeando a nuestra Patria a 200 años de la
Revolución que nos trajo la Libertad. Por eso este
recorrido lo vamos a dedicar a la literatura argentina.
A la literatura que viene de boca en boca, atravesando tiempos, generaciones, saltando de provincia en provincia
y de tu voz a mi oído.
Y también a la literatura que nace de las brillantes mentes argentinas, nuestros escritores, que son una permanente fuente de inspiración y aprendizaje.


¿Caminamos por ahí?
Traemos desde el norte coplas que nos entregan las copleras, con sus cajas y sus voces lentas, que les cantan a la montaña, a los changuitos y a los sentimientos profundos y silenciosos.

Quisiera ser el solcito,
que nace en el cielo azul;
para besarte en la frente
con un rayito de luz.
¡A buscar coplas!!!


Si seguimos por esas zonas, nos encontramos con la leyenda del Coquena, ese duende con una mano de lata y la otra de lana que cuida al ganado de los cazadores furtivos (este duende acaricia con su mano de lana o golpea con su mano de lata). Nos vamos yendo por el norte, siguiendo el cauce del Río Bermejo, y nos encontramos con los cuentos del monte, con las historias del bicherío norteño, cuentos de sapos, de piojos, de tigres, que hablan mediante animales, de los arquetipos de las personas que conocemos: el bocón, el ingenuo, el calculador
Seguimos nuestro camino, y el contorno del nuestro país nos lleva a la Mesopotamia, y ya que andamos por el litoral, nos encontramos con algún chamamé de Teresa Parodi, ¿cuál podríamos compartir con nuestros alumnos? encontramos algunas letras conmovedoras. ... Dice Tarragó Ros en la letra de un chamamé que se llama "Quiero el derecho a jugar".

Quiero el derecho a jugar
al malambo y payar.
Ser malevo y danzar
a los viejitos cuidar,
La placita limpiar,
por la Patria vivir.


Y escuchamos el acordeón del Chango Spasiuk… Son todos estímulos que enriquecen de alguna manera, nuestra trama lectora. Mientras tanto, les vamos narrando la leyenda del Yasí Yateré, aquel enano que se lleva a los niños a jugar al río y los alimenta con miel y frutas, o la leyenda de la yerba mate, un poco triste pero tan llena de imágenes
Seguimos bajando el recorrido triangular de nuestro país y nos encontramos con la Patagonia, tierra de la leyenda de la flor del amancay, esa historia de amor entre el hijo del cacique, Quintral, y una bella y humilde muchacha, que no duda en subir una montaña tan alta, y entregar su corazón a un cóndor para salvar a su amor o la creación de la noche, o de la luna… Casi vemos el desierto ventoso y árido y enorme.
La música que acompaña estas lecturas del sur es de vientos, con flautas y quenas en kaanis, polcas y retumbos… la bailamos con giros, rondas y abrazos, como nos enseña el libro"Danzas, usos y costumbres", de la editorial LESA.
Claro que es muy largo el camino, que son muchas las provincias y el material folclórico es enorme y nutritivo. No se olviden de las adivinanzas, de las recetas, de los juegos, porque todos tienen un sustento literario al apoyarse en el valor de la palabra y todo ese bagaje de contenidos sin duda, enriquece el recorrido.
Nuestro próximo encuentro lo vamos a dedicar a nuestros autores. Seguimos homenajeando a la Patria desde su Literatura. Convocamos a Lugones, Mujica Lainez, Walsh… Como un ramillete de luz que nos indica por dónde seguir el camino. Un lujo de guías en nuestro viaje.

Hasta la próxima ¡Preparen los bolsos!

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